Ezra Chapter 6
After being held captive in Babylon for a few decades, God's people returned to Jerusalem. One of its leaders was Ezra. This book contains the admonition that Ezra gave the people to follow and honor the law of god.
Biblia Reina Valera 1865
6 : 1 Entonces el rey Darío dio mandamiento, y buscaron en la casa de los libros donde guardaban los tesoros allí en Babilonia,
6 : 2 Y fue hallado en el cofre del palacio que está en la provincia de Media un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memorial:
6 : 3 En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro dio mandamiento de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, que la casa fuese edificada para lugar en que sacrifiquen sacrificios; y sus paredes fuesen cubiertas: su altura de sesenta codos: su anchura de sesenta codos.
6 : 4 Las ordenes; tres de piedra de mármol, y una orden de madera nueva: y que el gasto sea dado de la casa del rey.
6 : 5 Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalem, y los pasó en Babilonia, sean vueltos, y vayan al templo que está en Jerusalem, a su lugar, y sean puestos en la casa de Dios.
6 : 6 Ahora pues, Tatanai capitán de la otra parte del río, Star-buzanai, y sus compañeros los Afarsaqueos que estáis a la otra parte del río, apartáos de ahí.
6 : 7 Dejád la obra de la casa de este Dios al capitán de los Judíos, y a sus ancianos, que edifiquen la casa de este Dios en su lugar.
6 : 8 Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos Judíos para edificar la casa de este Dios: que de la hacienda del rey, que tiene del tributo de la otra parte del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen.
6 : 9 Y lo que fuere necesario, becerros, y carneros, y corderos para holocaustos al Dios del cielo: trigo, sal, vino, y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalem, les sea dado cada un día sin algún embargo:
6 : 10 Para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey, y por sus hijos.
6 : 11 Ítem, por mí es dado mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, sea derribado un madero de su casa, y enhiesto sea colgado en él: y su casa sea hecha muladar por esto.
6 : 12 Y el Dios que hizo habitar allí su nombre destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para mudar o destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Yo Darío puse el decreto: sea hecho prestamente.
6 : 13 Entonces Tatanai capitán de la otra parte del río, y Star-buzanai, y sus compañeros hicieron prestamente según el rey Darío había enviado.
6 : 14 Y los ancianos de los Judíos, edificaban y prosperaban, conforme a la profecía de Aggeo profeta, y de Zacarías, hijo de Addo: y edificaron, y acabaron por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro, y de Darío, y de Artaxerxes rey de Persia.
6 : 15 Y esta casa fue acabada al tercero día del mes de Adar, que era el sexto año del reino del rey Darío.
6 : 16 Y los hijos de Israel, los sacerdotes, y los Levitas, y los demás hijos de la transmigración hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo.
6 : 17 Y ofrecieron en la dedicación de esta casa de Dios becerros ciento, carneros doscientos, corderos cuatrocientos, y machos de cabrío por expiación por todo Israel doce, conforme al número de las tribus de Israel.
6 : 18 ¶ Y pusieron los sacerdotes en sus repartimientos, y los Levitas en sus divisiones sobre la obra de Dios que estaba en Jerusalem, como está escrito en el libro de Moisés.
6 : 19 Y los hijos de la transmigración hicieron la pascua a los catorce del mes primero.
6 : 20 Porque los sacerdotes y los Levitas se habían purificado como un varón, todos fueron limpios: y sacrificaron la pascua por todos los hijos de la transmigración, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos.
6 : 21 Y comieron los hijos de Israel, que habían vuelto de la transmigración, y todos los que se habían apartado de la inmundicia de las gentes de la tierra a ellos, para buscar a Jehová Dios de Israel.
6 : 22 E hicieron la solemnidad de los panes sin leudar siete días con alegría, por cuanto Jehová los había alegrado, y había convertido el corazón del rey de Asiria a ellos para esforzar sus manos en la obra de la casa de Dios, del Dios de Israel.