1 Kings Capítulo 18

This book begins with Solomon's reign in Israel. After his death, the kingdom devided as a result of the civil war between North and South, resulting in the emergence of two nations: Israel in the North and Judah in the Sauth.

Biblia Reina Valera 1865

18 : 1 Pasados muchos días, fue palabra de Jehová al tercer año a Elías, diciendo: Vé, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la haz de la tierra.

18 : 2 Y Elías fue para mostrarse a Acab: y había grande hambre en Samaria.

18 : 3 Y Acab llamó a Abdías su mayordomo, el cual Abdías era en grande manera temeroso de Jehová.

18 : 4 Porque cuando Jezabel talaba los profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de cincuenta en cincuenta por cuevas, y los sustentó a pan y agua.

18 : 5 Y dijo Acab a Abdías: Vé por la provincia a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, si a dicha hallaremos grama, con que conservemos la vida a los caballos y a las acémilas, para que no nos quedemos sin bestias.

18 : 6 Y partieron entre sí la provincia para andarla: Acab fue por sí por un camino, y Abdías fue por sí por otro.

18 : 7 Y yendo Abdías por el camino, topóse con Elías: y como le conoció, postróse sobre su rostro, y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?

18 : 8 Y él respondió: Yo soy. Vé; di a tu amo: He aquí Elías.

18 : 9 Y él dijo: ¿En qué he pecado, para que tú entregues tu siervo en mano de Acab, para que me mate?

18 : 10 Vive Jehová tu Dios, que ni ha habido nación, ni reino donde mi señor no haya enviado a buscarte: y respondiendo todos: No está aquí; él ha conjurado a reinos y a naciones, si te han hallado.

18 : 11 Y ahora tú dices: Vé; di a tu amo: Aquí está Elías.

18 : 12 Y acontecerá que desde que yo me haya partido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará donde yo no sepa: y viniendo yo, y dando las nuevas a Acab, y no hallándote él, él me matará: y tu siervo teme a Jehová desde su mocedad.

18 : 13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba los profetas de Jehová; que escondí de los profetas de Jehová cien varones, de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve a pan y agua?

18 : 14 ¿Y ahora dices tú: Vé; di a tu amo: Aquí está Elías, para que él me mate?

18 : 15 Y díjole Elías: Vive Jehová de los ejércitos, delante del cual estoy, que hoy me mostraré a él.

18 : 16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y dióle el aviso: y Acab vino a encontrarse con Elías.

18 : 17 Y como Acab vio a Elías, díjole Acab: ¿Eres tú él que alborotas a Israel?

18 : 18 Y él respondió: Yo no he alborotado a Israel, sino tú, y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales.

18 : 19 Envía pues ahora, y júntame a todo Israel en el monte de Carmelo, y los cuatrocientos y cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de los bosques, que comen de la mesa de Jezabel.

18 : 20 Entonces Acab envió a todos los hijos de Israel, y juntó los profetas en el monte de Carmelo:

18 : 21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo cojearéis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguídle: y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

18 : 22 Y Elías tornó a decir al pueblo: Solo yo he quedado profeta de Jehová; y de los profetas de Baal hay cuatrocientos y cincuenta varones.

18 : 23 Dénsenos pues dos bueyes, y escójanse ellos el uno, y córtenle en piezas, y pónganle sobre leña, mas no pongan fuego debajo; y yo aparejaré el otro buey, y le pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.

18 : 24 Y vosotros invocaréis en el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré en el nombre de Jehová; y será, que el Dios que respondiere por fuego, sea el Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Es bien dicho.

18 : 25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escojéos el un buey, y hacéd primero: porque vosotros sois los más: e invocád en el nombre de vuestros dioses: mas no pongáis fuego debajo.

18 : 26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado, y aparejáronle, e invocaron en el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal respóndenos. Mas no había voz, ni quien respondiese: entre tanto ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.

18 : 27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritád a alta voz; que dios es, quizá tiene negocio, o va en seguimiento, o va algún camino, o duerme, y despertará.

18 : 28 Y ellos clamaban a grandes voces, y sajábanse con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta derramar sangre sobre sí:

18 : 29 Y como pasó el mediodía, y ellos aun profetizasen hasta el tiempo del sacrificio del presente, y no había voz, ni quien respondiese, ni escuchase;

18 : 30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercáos a mí. Y todo el pueblo se llegó a él, y él reparó el altar de Jehová que estaba a ruinado.

18 : 31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre;

18 : 32 Edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová: después hizo una regadera al rededor del altar, cuanto cupieran dos satos de simiente.

18 : 33 Después compuso la leña, y cortó el buey en piezas, y púsole sobre la leña.

18 : 34 Y dijo: Henchíd cuatro cántaros de agua, y derramádla sobre el holocausto, y sobre la leña. Y dijo: Hacédlo otra vez, e hiciéronlo otra vez: Y dijo: Hacédlo la tercera vez. E hiciéronlo la tercera vez,

18 : 35 De tal manera que las aguas corrían al rededor del altar, y había también henchido la reguera de agua.

18 : 36 Y como llegó la hora de ofrecerse el holocausto, llegóse el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto, que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tú siervo, y que por mandamiento tuyo he hecho todas estas cosas.

18 : 37 Respóndeme Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo, que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú volviste atrás el corazón de ellos.

18 : 38 Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun las aguas que estaban en la reguera lamió.

18 : 39 Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Jehová es el Dios, Jehová es el Dios.

18 : 40 Y díjoles Elías: Prendéd a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron: y llevólos Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.

18 : 41 ¶ Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come, y bebe, porque una grande lluvia suena.

18 : 42 Y Acab subió a comer y a beber, y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose a tierra puso su rostro entre las rodillas,

18 : 43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia la mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

18 : 44 Y a la séptima vez dijo: He aquí una pequeña nube, como la palma de la mano de un hombre, que sube de la mar. Y él dijo: Vé, y di a Acab: Unce el carro, y desciende, porque la lluvia no te ataje.

18 : 45 Y aconteció estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes, y viento, e hizo una gran lluvia. Y subiendo Acab vino a Jezrael.

18 : 46 Y la mano de Jehová fue sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a Jezrael.