Luke Capítulo 5
his Gospel emphasizes how salvation in Jesus is available to everyone. The evangelist shows how Jesus was in contact with poor people, the needy and those who are despised by society.
Biblia Reina Valera 1865
5 : 1 Y aconteció, que estando él junto al lago de Genesaret, la multitud se derribaba sobre él por oír la palabra de Dios.
5 : 2 Y vio dos naves que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
5 : 3 Y entrado en una de estas naves, la cual era de Simón, le rogó que la desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la nave al pueblo.
5 : 4 ¶ Y como cesó de hablar, dijo a Simón: Entra en alta mar, y echád vuestras redes para pescar.
5 : 5 Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echaré la red.
5 : 6 Y habiéndolo hecho, encerraron tan gran multitud de peces, que su red se rompía.
5 : 7 E hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra nave, que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas naves de tal manera que se anegaban.
5 : 8 Lo cual viendo Simón Pedro, se derribó a las rodillas de Jesús, diciendo: Sálte de conmigo, Señor, porque soy hombre pecador.
5 : 9 Porque temor le había rodeado, y a todos los que estaban con él, a causa de la presa de los peces que habían tomado:
5 : 10 Y asimismo a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora tomarás hombres.
5 : 11 Y como llegaron a tierra las naves, dejándolo todo, le siguieron.
5 : 12 ¶ Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí, un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús, postrándose sobre el rostro le rogó, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme.
5 : 13 Entonces extendiendo la mano le tocó, diciendo: Quiero: sé limpio. Y luego la lepra se fue de él.
5 : 14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie: Mas vé (le dice,) muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, por testimonio a ellos.
5 : 15 Empero el hablar de él andaba tanto más; y se juntaban grandes multitudes a oír, y ser sanados por él de sus enfermedades.
5 : 16 Mas él se apartaba a los desiertos, y oraba.
5 : 17 ¶ Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y Fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea, y de Jerusalem; y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.
5 : 18 Y, he aquí, unos hombres, que traían en una cama un hombre que estaba paralítico; y buscaban por donde meterle, y ponerle delante de él.
5 : 19 Y no hallando por donde meterle a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con la cama en medio, delante de Jesús.
5 : 20 El cual, viendo la fe de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son perdonados.
5 : 21 Entonces los escribas y los Fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?
5 : 22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué pensáis en vuestros corazones?
5 : 23 ¿Cuál es más fácil; decir: Tus pecados te son perdonados; o decir: Levántate, y anda?
5 : 24 Pues porque sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico:) A ti digo: Levántate, toma tu cama; y vete a tu casa.
5 : 25 Y luego, él, levantándose en presencia de ellos, y tomando aquello en que estaba echado, se fue a su casa glorificando a Dios.
5 : 26 Y tomó espanto a todos, y glorificaban a Dios; y fueron llenos de temor, diciendo: Hemos visto maravillas hoy.
5 : 27 ¶ Y después de estas cosas salió; y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos, y le dijo: Sígueme.
5 : 28 Y dejadas todas cosas, levantándose, le siguió.
5 : 29 E hizo Leví un gran banquete en su casa, y había mucha compañía de publicanos, y de otros, los cuales estaban a la mesa con ellos.
5 : 30 Y los escribas y los Fariseos murmuraban contra sus discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?
5 : 31 Y respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no han menester médico, sino los que están enfermos.
5 : 32 No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a arrepentimiento.
5 : 33 ¶ Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces, y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariseos; mas tus discípulos comen y beben?
5 : 34 Y él les dijo: ¿Podéis hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?
5 : 35 Empero vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces ayunarán en aquellos días.
5 : 36 ¶ Y les decía también una parábola: Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo: de otra manera el nuevo rompe, y al viejo no conviene remiendo nuevo.
5 : 37 Y nadie echa vino nuevo en cueros viejos: de otra manera el vino nuevo romperá los cueros, y el vino se derramará, y los cueros se perderán.
5 : 38 Mas el vino nuevo en cueros nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva.
5 : 39 Y ninguno que bebiere el viejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El viejo es mejor.