John Capítulo 3
The Gospel of John, by its form, stands apart from the other three. John organizes his message by focusing on seven signs that point to Jesus as the Son of God. His literaly style is reflective and full of images and figures.
Biblia Reina Valera 1865
3 : 1 Y había un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos.
3 : 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabbi, sabemos que eres un maestro venido de Dios; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, si no fuere Dios con él.
3 : 3 Respondió Jesús, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.
3 : 4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer, siendo viejo? ¿puede entrar segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
3 : 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no renaciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
3 : 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
3 : 7 No te maravilles de que te dije: Necesario os es nacer otra vez.
3 : 8 El viento de donde quiere sopla; y oyes su sonido, mas ni sabes de donde viene, ni donde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
3 : 9 Respondió Nicodemo, y le dijo: ¿Cómo puede ser esto?
3 : 10 Respondió Jesús, y le dijo: ¿Tú eres un maestro de Israel, y no sabes esto?
3 : 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos; y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio.
3 : 12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis: ¿cómo creeréis, si os dijere cosas celestiales?
3 : 13 Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, es a saber, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
3 : 14 ¶ Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado:
3 : 15 Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3 : 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que haya dado a su Hijo unigénito; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3 : 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo; sino para que el mundo sea salvo por él.
3 : 18 El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado; porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
3 : 19 Y ésta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.
3 : 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, porque sus obras no sean redargüidas.
3 : 21 Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean hechas manifiestas, porque son hechas en Dios.
3 : 22 ¶ Pasado esto, vino Jesús y sus discípulos a una tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.
3 : 23 Y bautizaba también Juan en Enón junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
3 : 24 Porque aun Juan no había sido puesto en la cárcel.
3 : 25 Y hubo una cuestión entre algunos de los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación.
3 : 26 Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabbi, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí, bautiza, y todos vienen a él.
3 : 27 ¶ Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo si no le fuere dado del cielo.
3 : 28 Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo; mas soy enviado delante de él.
3 : 29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Así, pues, éste mi gozo es cumplido.
3 : 30 A él conviene crecer; mas a mí descrecer.
3 : 31 El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es.
3 : 32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
3 : 33 El que recibe su testimonio, éste selló, que Dios es verdadero;
3 : 34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque no le da Dios el Espíritu por medida.
3 : 35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dio en su mano.
3 : 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida; sino que la ira de Dios queda sobre él.