Psalms Chapter 104
These 150 prayers were used by the Hebrews to express their relationship with God. They cover the whole field of human emotions, from joy to hate, from hope to despair.
Biblia Reina Valera 1865
104 : 1 Bendice, alma mía, a Jehová; Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido, de gloria y de hermosura te has vestido.
104 : 2 Que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina;
104 : 3 Que entabla con las aguas sus doblados, el que pone a las nubes por su carro, el que anda sobre las alas del viento.
104 : 4 El que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros al fuego flameante.
104 : 5 ¶ El fundó la tierra sobre sus basas, no se moverá por ningún siglo.
104 : 6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste: sobre los montes estaban las aguas.
104 : 7 De tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron.
104 : 8 Subieron los montes, descendieron los valles a este lugar, que tú les fundaste.
104 : 9 Pusísteles término, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra.
104 : 10 El que envía las fuentes en los arroyos; entre los montes van.
104 : 11 Abrévanse todas las bestias del campo; los asnos salvajes quebrantan su sed.
104 : 12 Junto a ellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces.
104 : 13 El que riega los montes desde sus doblados; del fruto de tus obras se harta la tierra.
104 : 14 El que hace producir el heno para las bestias; y la yerba para servicio del hombre, sacando el pan de la tierra,
104 : 15 Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar la faz con el aceite; y el pan sustenta el corazón del hombre.
104 : 16 Hártanse los árboles de Jehová; los cedros del Líbano que él plantó:
104 : 17 Para que aniden allí las aves; la cigüeña tenga su casa en las hayas.
104 : 18 Los montes altos para las cabras monteses, las peñas madrigueras para los conejos.
104 : 19 Hizo la luna para sazones: el sol conoció su occidente.
104 : 20 Pones las tinieblas, y la noche es; en ella corren todas las bestias del monte.
104 : 21 Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida.
104 : 22 Sale el sol, recógense, y échanse en sus cuevas.
104 : 23 Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde.
104 : 24 ¡Cuán muchas son tus obras, o! Jehová! todas ellas hiciste con sabiduría: la tierra está llena de tu posesión.
104 : 25 ¶ Esta gran mar y ancha de términos; allí hay pescados sin número, bestias pequeñas y grandes.
104 : 26 Allí andan navíos, este leviatán que hiciste para que jugase en ella.
104 : 27 Todas ellas esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo.
104 : 28 Dásles, recogen: abres tu mano, hártanse de bien.
104 : 29 Escondes tu rostro, túrbanse: les quitas el espíritu, dejan de ser, y tórnanse en su polvo.
104 : 30 Envías tu espíritu, críanse: y renuevas la haz de la tierra.
104 : 31 Sea la gloria a Jehová para siempre: alégrese Jehová en sus obras.
104 : 32 El que mira a la tierra, y tiembla: toca en los montes, y humean.
104 : 33 A Jehová cantaré en mi vida: a mi Dios diré salmos mientras viviere.
104 : 34 Serme ha suave hablar de él: yo me alegraré en Jehová.
104 : 35 Sean consumidos de la tierra los pecadores: y los impíos dejen de ser. Bendice alma mía a Jehová. Alelu-Jah.