Matthew Capítulo 14

This Gospel quotes many texts from the Old Testament. It was primarily aimed at the Jewish public, for whom it presented Jesus as the promised Messiah in the Old Testament Scriptures. Matthew tells the story of Jesus from his birth to his resurrection and places special emphasis on the teachings of the Master.

Biblia Reina Valera 1865

14 : 1 En aquel tiempo Heródes el Tetrarca oyó la fama de Jesús;

14 : 2 Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista: él ha resucitado de entre los muertos, y por eso virtudes obran en él.

14 : 3 Porque Heródes había prendido a Juan, y le había aprisionado, y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano.

14 : 4 Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.

14 : 5 Y quería matarle, mas tenía miedo de la multitud; porque le tenían como a profeta.

14 : 6 Y celebrándose el día del nacimiento de Heródes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Heródes.

14 : 7 Y prometió con juramento de darle todo lo que pidiese.

14 : 8 Y ella, instruida primero de su madre, dijo: Dáme aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

14 : 9 Entonces el rey se entristeció: mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diese.

14 : 10 Y enviando, degolló a Juan en la cárcel.

14 : 11 Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la moza; y ella la presentó a su madre.

14 : 12 Entonces sus discípulos llegaron, y tomaron el cuerpo, y le enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús.

14 : 13 Y oyéndolo Jesús, se retiró de allí en una nave a un lugar desierto apartado; y cuando el pueblo lo oyó, le siguió a pie de las ciudades.

14 : 14 ¶ Y saliendo Jesús, vio una gran multitud; y tuvo misericordia de ellos, y sanó los que de ellos había enfermos.

14 : 15 Y cuando fue la tarde del día, se llegaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado: envía las multitudes, que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.

14 : 16 Y Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse: dádles vosotros de comer.

14 : 17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.

14 : 18 Y él les dijo: Traédmelos acá.

14 : 19 Y mandando a las multitudes recostarse sobre la yerba, y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo; y rompiendo los panes, los dio a los discípulos, y los discípulos a las multitudes.

14 : 20 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobró, los pedazos, doce esportones llenos.

14 : 21 Y los que comieron fueron varones como cinco mil, sin las mujeres y muchachos.

14 : 22 ¶ Y luego Jesús hizo a sus discípulos entrar en la nave, e ir delante de él a la otra parte del lago, entre tanto que él despedía las multitudes.

14 : 23 Y despedidas las multitudes, subió en un monte apartado a orar. Y como fue la tarde del día, estaba allí solo.

14 : 24 Y ya la nave estaba en medio de la mar, atormentada de las ondas; porque el viento era contrario.

14 : 25 Mas a la cuarta vela de la noche Jesús fue a ellos andando sobre la mar.

14 : 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo: Fantasma es; y dieron voces de miedo.

14 : 27 Mas luego Jesús les habló, diciendo: Aseguráos: yo soy, no tengáis miedo.

14 : 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo venga a ti sobre las aguas.

14 : 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la nave, anduvo sobre las aguas para venir a Jesús.

14 : 30 Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzándose a hundir, dio voces, diciendo: Señor, sálvame.

14 : 31 Y luego Jesús extendiendo la mano, trabó de él, y le dice: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

14 : 32 Y como ellos entraron en la nave, el viento reposó.

14 : 33 Entonces los que estaban en la nave, vinieron, y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres tú el Hijo de Dios.

14 : 34 Y llegando a la otra parte, vinieron a la tierra de Genesaret.

14 : 35 Y como le conocieron los varones de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra al derredor, y trajeron a él todos los enfermos.

14 : 36 Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, fueron salvos.