Matthew Capítulo 22
This Gospel quotes many texts from the Old Testament. It was primarily aimed at the Jewish public, for whom it presented Jesus as the promised Messiah in the Old Testament Scriptures. Matthew tells the story of Jesus from his birth to his resurrection and places special emphasis on the teachings of the Master.
Biblia Reina Valera 1865
22 : 1 Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
22 : 2 El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas a su hijo.
22 : 3 Y envió sus siervos para que llamasen a los convidados a las bodas; mas no quisieron venir.
22 : 4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decíd a los convidados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está aparejado: veníd a las bodas.
22 : 5 Mas ellos no hicieron caso, y se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
22 : 6 Y otros, tomando sus siervos, afrentáronlos, y matáronlos.
22 : 7 Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
22 : 8 Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas; mas los que eran llamados, no eran dignos.
22 : 9 Id pues a las salidas de los caminos, y llamád a las bodas a cuantos hallareis.
22 : 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
22 : 11 Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda.
22 : 12 Y le díjo: Amigo, ¿cómo entraste acá no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca.
22 : 13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atado de pies y de manos, tomádle, y echádle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro, y el crujir de dientes.
22 : 14 Porque muchos son llamados; mas pocos escogidos.
22 : 15 ¶ Entonces idos los Fariseos, consultaron como le tomarían en alguna palabra.
22 : 16 Y envían a él sus discípulos, con los de Heródes, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios; y que no te cuidas de nadie; porque no tienes acepción de persona de hombres:
22 : 17 Dinos pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
22 : 18 Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
22 : 19 Mostrádme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
22 : 20 Entonces les dice: ¿Cúya es esta figura, y lo que está encima escrito?
22 : 21 Ellos le dicen: De César. Y les dice: Pagád, pues, a César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios.
22 : 22 Y oyendo esto se maravillaron, y dejáronle, y se fueron.
22 : 23 ¶ Aquel día llegaron a él los Saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron,
22 : 24 Diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se case con su mujer, y despertará simiente a su hermano.
22 : 25 Fueron, pues, entre nosotros siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo generación, dejó su mujer a su hermano.
22 : 26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete.
22 : 27 Y después de todos murió también la mujer.
22 : 28 En la resurrección, pues, ¿cúya de los siete será la mujer? porque todos la tuvieron.
22 : 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las escrituras, y el poder de Dios.
22 : 30 Porque en la resurrección, ni se casan, ni se dan en matrimonio; mas son como los ángeles de Dios en el cielo.
22 : 31 Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que es dicho por Dios a vosotros, que dice:
22 : 32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de los muertos, sino de los que viven.
22 : 33 Y oyendo esto las multitudes estaban fuera de sí de su doctrina.
22 : 34 ¶ Entonces los Fariseos, oyendo que había cerrado la boca a los Saduceos, se juntaron a una;
22 : 35 Y preguntó uno de ellos, intérprete de la ley, tentándole, y diciendo:
22 : 36 Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley?
22 : 37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente.
22 : 38 Este es el primero y el grande mandamiento.
22 : 39 Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22 : 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley, y los profetas.
22 : 41 Y estando juntos los Fariseos, Jesús les preguntó,
22 : 42 Diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿Cúyo hijo es? Dícenle ellos: De David.
22 : 43 El les dice: Pues, ¿cómo David en Espíritu le llama Señor, diciendo:
22 : 44 Dijo el Señor a mi Señor: Asiéntate a mi diestra, entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies?
22 : 45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
22 : 46 Y nadie le podía responder palabra: ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.